ORSON WELLES


ORSON WELLES, EL GENIO AUTORITARIO

George Orson Welles, actor, director, guionista, productor..., nació el 6 de mayo de 1915 en Wisconsin en el seno de una familia acomodada. De su madre heredó sus dotes musicales de las que hizo gala a la temprana edad de cinco años. Su madre murió cuando Welles tenía solo nueve años, esto le marcó (aunque él siempre lo negó) influyendo en su obra cinematográfica, en personajes como Mrs. Kane de Ciudadano Kane y Fanny Minafer de El Cuarto Mandamiento. Con tan sólo solo doce años perdió también a su padre, quien le legó una cuantiosa herencia que le permitió hacer, literalmente, lo que quiso. Primero intentó entrar en la compañía teatral de Dublín, logrando hacerse un hueco para trabajar con Katharine Cornell.

A mediados de los años 30, se estableció como un actor de radio en programas como The March of Time o The Shadow, entre otros. Revolucionó las posibilidades expresivas radiofónicas en las dramatizaciones que elaboró para la Mercury. Todos hemos oído hablar de La guerra de los mundos y de cómo EE.UU se dejó dominar por el pánico. Dicha retransmisión dió fama mundial a Orson Welles.

En agosto de 1939 firmó un contrato con la RKO para rodar al menos un filme por año con total libertad. Así, el 30 de julio de 1940 comienza en rodaje de “Ciudadano Kane”, su primer filme, que pese a ser bien acogido por crítica y público fue un desastre financiero. CIUDADANO KANE se enfrentó a problemas de distribución y exhibición por la campaña en contra de Hearst, pues el film trata de una pseudobiografía del gran magnate de la prenss. A pesar de todo, obtuvo nueve nominaciones al Óscar y se llevó el premio al mejor guión adaptado.

La segunda película de Welles para la RKO, EL CUARTO MANDAMIENTO (1942), una adaptación de la novela homónima de Booth Tarkington, era un film más convencional, en el que que utilizó las mismas técnicas que en Ciudadano Kane (grandes angulares, mucha profundida de campo, cámara a ras del suelo, mostrar techos...). No sólo fue un fracaso comercial, sino que se cortaron aproximadamente 55 minutos de metraje y se cambió el final sin pedir la aprobación de Welles.

Tras el gran fiasco de El Cuarto Mandamiento, la reputación de Welles sufrió un golpe del que jamás se recuperaría. Welles y los actores del Mercury fueron despedidos de la RKO.

Después de estos fracasos, pasó algunos años actuando en películas. No fue hasta 1946 cuando volvió a ponerse tras las cámaras para dirigir El extranjero (The stranger), cinta que narra cómo un criminal de guerra nazi se esconde en un apacible pueblo. Además de dirigir el film encarnó al personaje protagonista. Tras EL EXTRAÑO dirigió LA DAMA DE SHANGHAI (1948), una impresionante muestra del cine negro protagonizada por Welles y Rita Hayworth. El final en la sala de los espejos es un soberbio ejemplo del poderoso don de Welles para crear impactantes imágenes visuales.

A continuiación Welles volvió su mirada hacia Shakespeare y comenzó a llevar a la pantalla algunas de las obras más emblemáticas de dicho dramaturgo. Así filmó MACBETH (1948), OTHELLO (1952), que ganó el Gran Premio del Festival de Cannes y CAMPANADAS A MEDIA-NOCHE (1966).

Pero no sólo de Shakespeare vivía Welles, pues junto a estas obras shakesperianas también rodó con dinero español y francés MR: ARKADIN (1955), otro retrato de la vida de un hombre poderoso.

Welles regresó a Hollywood para actuar y dirigir SED DE MAL (1958), una obra maestra absoluta del cine negro. Esta película se ha hecho famosa, por el plano secuencia del comienzo, en el que Welles gastó todo el presupuesto inicial.

Tras haber adapatado a Shakespeare, Welles se atrevió con Kafka y filmó EL PROCESO (1963), una extensión en forma de pesadilla de esa misma visión, donde presenta una sociedad completamente desprovista de un sentido moral

A partir de aquí, su carrera comienza un estruendoso declive, lleno de proyectos inacabados. Intentó llevar a cabo un proyecto que sería retomado más adelante por el australiano Phillip Noyce, The Deep (que más tarde sería Calma Total); también podríamos hablar de Don Quichote, o de The other side of the wind, entre otros.

Su último film completo, FRAUDE (1978), en el que mezcla documental y ficción, y que pretende investigar la línea que separa la realidad de la ilusión.

En el momento de su muerte, Welles se encontraba trabajando en THE OTHER SIDE OF THE WIND, un proyecto que empezó a filmar en los setenta. Obviamente autobiográfico, era la historia de un famoso cineasta (interpretado por el buen amigo de Welles, John Huston) luchando por encontrar financiación para su película. Fue un triste e irónico fin para un cineasta indomable que fijó los estándares de la narrativa moderna en el cine, y el hombre que fue, en palabras de Martin Scorsese, "responsable de inspirar a más gente para ser directores que ningún otro en la historia del cine".

Orson Welles murió en 1985 en Los Ángeles, de un cáncer. Sus cenizas reposan en el jardín de una casa en Sevilla.

Welles ha sido uno de los grandes renovadores de la gramática cinematográfica y que su obra supone un antes y un después en la historia del cine. Sus innovaciones aún siguen vigentes y es por ello que sus películas aún resultan modernas para el espectador actual.

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