UNA PALABRA TUYA de Ángeles González-Sinde


Dir: Ángeles González-Sinde
Int: Malena Alterio, Antonio de la Torre, Esperanza Pedreño


La segunda aventura cinematográfica como directora de la Presidenta de la Academia de las Ciencias y las Artes de España, Ángeles González-Sinde, viene de la mano de Tesela y en forma de adaptación. En este caso se trata de la adaptación de la novela de Elvira Lindo del mismo título.

UNA PALABRA TUYA narra la relación de amistad, encuentros y desencuentros entre dos amigas, Rosario y Milagros. Aparentemente una trama sencilla, y digo aparentemente porque debajo de esa capa de cotidianeidad se esconde mucho más, y es la base para hablar de la soledad del ser humano en el siglo XXI, de las mentiras que nos contamos para seguir viviendo y de la deshumanización dentro del mundo laboral.



Lo que atrajo a Ángeles González-Sinde y le impulsó a llevar a 24 fotogramas la historia escrita en papel fue el interés en "la ficción que espía la intimidad de las personas comunes y muy particularmente, sus conflictos morales". Y ciertamente la película empieza con una puesta en escena fría, alejada de los personajes, una fotografía dura y de gran contraste y un comienzo aparentemente banal. El viaje de tres personajes para enterrar un gato.




Pero poco a poco la cámara se va acercando y la fotografía se vuelve algo más cálida a medida que el espectador va conociendo los más secretos recovecos del interior de los personajes. Sus pequeños dramas cotidianos contados mediante una estructura narrativa basada en el flashback hasta volver a llegar al presente y al desenlace.

El trío de actores protagonistas, Malena Alterio, Antonio de la Torre y Esperanza Pedreño consiguen crear unos personajes memorables, entrañables y creíbles. Cabe destacar la actuación de Malena Alterio, en su primer personaje protagonista, quien consigue mediante la sutileza una interpretación llena de matices que insufla un aire de verosimilitud al personaje de Rosario. También hay que destacar el trabajo de Antonio de la Torre, al que próximamente veremos en "Gordos" de Daniel Sánchez Arévalo y "Guerrilla" de Steven Soderbergh.




Tal vez sea el personaje de Esperanza Pedreño el que menos logra llegar a la audiencia. Las razones de esto habremos de encontrarlas en el hecho de que se trata de un personaje mucho más extremo y llevado al límite, en el que podemos encontrar ecos de su conocido personaje como Cañizares en la serie "Cámara Café".



La fotografía de David Omedes subraya a la perfección la historia, guiando visualmente al espectador, un comienzo visual extremadamente frío y contrastado que se va suavizando para dejarnos ver el alma de la historia. El ritmo visual del que Fernando Pardo dota a las imágenes lleva perfectamente de la mano al espectador por los picos y valles de la historia, resultando especialmente memorable la secuencia del bebé.


En conjunto se trata de una película agridulce que conjuga con gran acierto en determinados momentos las risas y los llantos de la vida.

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