HELLO /// HOLA /// BONJOUR !!!

Hi there, first of all I would like to thank you all for your visits to "Cinecatessen" and I would like to ask a favour from you... I´d really apreciate it if you left a comment on the photos, if you find them interesting. Thanks again... and see you soon!

Hola a todos, primero me gustaría daros las gracias por entrar en "Cinecatessen" y me gustaría pediros un favor... me gustaría muchísimo que dejárais un comentario sobre las fotos, si las encontrais interesantes. Gracias de nuevo... y nos vemos pronto!

Merci pour votre visits. Si vous aimez les photos je voudrias qui vous laisser un comment. Merci beaucoup, a tout a l´heure!!!

DOLLY


DOLLY 15
Originally uploaded by lunavetusta

DOLLY


DOLLY 03
Originally uploaded by lunavetusta

DOLLY


DOLLY 09
Originally uploaded by lunavetusta

DOLLY


DOLLY 08
Originally uploaded by lunavetusta

DOLLY


DOLLY 07
Originally uploaded by lunavetusta

DOLLY 14


DOLLY 14
Originally uploaded by lunavetusta

Foxy Lady


Foxy Lady
Originally uploaded by lunavetusta

Foxy Lady


Foxy Lady
Originally uploaded by lunavetusta

dolly


dolly
Originally uploaded by lunavetusta

TRAUMALOGIA


TRAUMALOGIA


TRAUMALOGIA


DOLLY


DOLLY


DOLLY


MADRID EN CUATRICOMIA


Porque cada ciudad tiene su historia...


Cada ciudad tiene su historia y en ocasiones algunas de ellas terminan plasmadas a 24 fotogramas por segundo, otras acaban en tinta y papel y otras en imágenes para conservar en nuestra retina.

CRÍTICA DE CINE


UN ENGAÑO DE LUJO
Dir: Pierre Salvadori
Int: Audrey Tatou, Gad Elmaleh

Audrey Tatou, la entrañable Amelie, abandona su disfraz de dúlce y tierna para encarnara una "devora hombres", una mujer guapa y cosmopolita que utiliza a los hombres para que le den su dinero y una vida de lujo. Todo le va aparentemente bien con su acaudalada pareja hasta que un tímido trabajador de un hotel se enamora perdidamente de ella. Como ella sólo sale con personas de "alto standing", éste se hace pasar por multimillonario. Y como la verdad siempre tiene forma de salir a la luz, cuando se descubre todo el pastel ya tenemos la típica comedia romántica.

Sólo que en este caso el film no funciona. A los dos personajes protagonistas les falta el encanto necesario para que te creas sus personajes (y verdaderamente resulta penoso ver a Amelie intentando ser lo que no es, una loba con muchas curvas). De hecho hay hasta algún guiño a la película de Jeunet, pues a Salvadori se le ocurre subir a los dos protagonistas a una motocicleta (a alquien le suena?).

La realización de Salvadori es convencional y anquilosada y como ya he dicho las interpretaciones de los actores no ayudan a suplir las carencias argumentales o rítmicas de este film.

No gustará ni a los incondicionales de Audrey Tatou, ni a los amantes de la comedia romántica...Pronostico que durará poco en cartelera.

CRÍTICAS DE CINE


ZODIAC
EE.UU (2007)
Dir: David Fincher
Int: Jake Gyllenhaal, Mark Ruffalo, Robert Downey Jr

Las luces de la sala por fin se apagan y yo me pregunto con qué David Fincher nos vamos a reencontrar a 24 fotogramas por segundo tras sus cinco largos años de silencio y ausencia del séptimo arte (o vicio, como se quiera mirar). ¿Será el David Fincher de Seven, el de El club de la lucha o el de los alardes con la cámara de La habitación del pánico?

Desde el primer fotograma observamos que Fincher ha decidido abandonar la línea estética que en La habitación del pánico le hiciera meter la cámara através del asa de una cafetera para mostrar un planteamiento visual más reposado, adecuado para narrar esta historia que "observa" todo el proceso de una investigación criminal a lo largo de casi veinte años. No abandona Fincher, sin embargo, esa tendencia a unir la infografía con el celuloide como sólo él sabe hacer magistralmente (nada más hay que recordar esos títulos de crédito de La habitación del pánico o "la casa ikea" de El club de la lucha) y hay momentos en que fusiona el elemento esencial de la investigación, la escritura del asesino, con las imágenes de una forma muy original.

No es la primera vez que David Fincher aborda el tema de los asesinos en serie. Ya lo hizo con Seven. En esta ocasión parte de un acontecimiento real, una investigación real, para crear ficción. Desde mi punto de vista en este caso Fincher nos habla, más que del asesinato, de la fatalidad de las obsesiones, pues todos los que se involucran con el caso y se obsesionan con él terminan destruyendo sus vidas, igual que el asesino mataba a sus víctimas.

Una realización impecable que tal vez peca en algunas ocasiones de demasiados saltos espacio-temporales que pierden un poco al espectador en cuanto a la continuidad de los acontecimientos en la narración. A pesar de todo yo echo de menos la estética y ritmo del que dotó a la que para mí sigue siendo su obra maestra, El club de la lucha.

En la actualidad David Fincher se encuentra compitiendo en Cannes con este film, que la crítica parece haber aplaudido bastante.

La película gustará a los incondicionales del director y a todos aquellos interesados en las películas de detectives.

No gustará a aquellos que odien las historias con saltos en el tiempo.

Anécdota final: para todos aquellos cinéfilos una perlita que desvela este film, Harry el sucio está basado en el mismo caso de asesinatos en serie de EE.UU, sólo que en el caso de Harry el sucio el asesino firmaba como Escorpio y no como Zodiac.

ORSON WELLES


ORSON WELLES, EL GENIO AUTORITARIO

George Orson Welles, actor, director, guionista, productor..., nació el 6 de mayo de 1915 en Wisconsin en el seno de una familia acomodada. De su madre heredó sus dotes musicales de las que hizo gala a la temprana edad de cinco años. Su madre murió cuando Welles tenía solo nueve años, esto le marcó (aunque él siempre lo negó) influyendo en su obra cinematográfica, en personajes como Mrs. Kane de Ciudadano Kane y Fanny Minafer de El Cuarto Mandamiento. Con tan sólo solo doce años perdió también a su padre, quien le legó una cuantiosa herencia que le permitió hacer, literalmente, lo que quiso. Primero intentó entrar en la compañía teatral de Dublín, logrando hacerse un hueco para trabajar con Katharine Cornell.

A mediados de los años 30, se estableció como un actor de radio en programas como The March of Time o The Shadow, entre otros. Revolucionó las posibilidades expresivas radiofónicas en las dramatizaciones que elaboró para la Mercury. Todos hemos oído hablar de La guerra de los mundos y de cómo EE.UU se dejó dominar por el pánico. Dicha retransmisión dió fama mundial a Orson Welles.

En agosto de 1939 firmó un contrato con la RKO para rodar al menos un filme por año con total libertad. Así, el 30 de julio de 1940 comienza en rodaje de “Ciudadano Kane”, su primer filme, que pese a ser bien acogido por crítica y público fue un desastre financiero. CIUDADANO KANE se enfrentó a problemas de distribución y exhibición por la campaña en contra de Hearst, pues el film trata de una pseudobiografía del gran magnate de la prenss. A pesar de todo, obtuvo nueve nominaciones al Óscar y se llevó el premio al mejor guión adaptado.

La segunda película de Welles para la RKO, EL CUARTO MANDAMIENTO (1942), una adaptación de la novela homónima de Booth Tarkington, era un film más convencional, en el que que utilizó las mismas técnicas que en Ciudadano Kane (grandes angulares, mucha profundida de campo, cámara a ras del suelo, mostrar techos...). No sólo fue un fracaso comercial, sino que se cortaron aproximadamente 55 minutos de metraje y se cambió el final sin pedir la aprobación de Welles.

Tras el gran fiasco de El Cuarto Mandamiento, la reputación de Welles sufrió un golpe del que jamás se recuperaría. Welles y los actores del Mercury fueron despedidos de la RKO.

Después de estos fracasos, pasó algunos años actuando en películas. No fue hasta 1946 cuando volvió a ponerse tras las cámaras para dirigir El extranjero (The stranger), cinta que narra cómo un criminal de guerra nazi se esconde en un apacible pueblo. Además de dirigir el film encarnó al personaje protagonista. Tras EL EXTRAÑO dirigió LA DAMA DE SHANGHAI (1948), una impresionante muestra del cine negro protagonizada por Welles y Rita Hayworth. El final en la sala de los espejos es un soberbio ejemplo del poderoso don de Welles para crear impactantes imágenes visuales.

A continuiación Welles volvió su mirada hacia Shakespeare y comenzó a llevar a la pantalla algunas de las obras más emblemáticas de dicho dramaturgo. Así filmó MACBETH (1948), OTHELLO (1952), que ganó el Gran Premio del Festival de Cannes y CAMPANADAS A MEDIA-NOCHE (1966).

Pero no sólo de Shakespeare vivía Welles, pues junto a estas obras shakesperianas también rodó con dinero español y francés MR: ARKADIN (1955), otro retrato de la vida de un hombre poderoso.

Welles regresó a Hollywood para actuar y dirigir SED DE MAL (1958), una obra maestra absoluta del cine negro. Esta película se ha hecho famosa, por el plano secuencia del comienzo, en el que Welles gastó todo el presupuesto inicial.

Tras haber adapatado a Shakespeare, Welles se atrevió con Kafka y filmó EL PROCESO (1963), una extensión en forma de pesadilla de esa misma visión, donde presenta una sociedad completamente desprovista de un sentido moral

A partir de aquí, su carrera comienza un estruendoso declive, lleno de proyectos inacabados. Intentó llevar a cabo un proyecto que sería retomado más adelante por el australiano Phillip Noyce, The Deep (que más tarde sería Calma Total); también podríamos hablar de Don Quichote, o de The other side of the wind, entre otros.

Su último film completo, FRAUDE (1978), en el que mezcla documental y ficción, y que pretende investigar la línea que separa la realidad de la ilusión.

En el momento de su muerte, Welles se encontraba trabajando en THE OTHER SIDE OF THE WIND, un proyecto que empezó a filmar en los setenta. Obviamente autobiográfico, era la historia de un famoso cineasta (interpretado por el buen amigo de Welles, John Huston) luchando por encontrar financiación para su película. Fue un triste e irónico fin para un cineasta indomable que fijó los estándares de la narrativa moderna en el cine, y el hombre que fue, en palabras de Martin Scorsese, "responsable de inspirar a más gente para ser directores que ningún otro en la historia del cine".

Orson Welles murió en 1985 en Los Ángeles, de un cáncer. Sus cenizas reposan en el jardín de una casa en Sevilla.

Welles ha sido uno de los grandes renovadores de la gramática cinematográfica y que su obra supone un antes y un después en la historia del cine. Sus innovaciones aún siguen vigentes y es por ello que sus películas aún resultan modernas para el espectador actual.

CRITICAS DE CINE


CHROMOPHOBIA /ALTA SOCIEDAD
Reino Unido/Francia/EE.UU (2005)
Dir: Martha Fiennes
Int: Clive Carter, Ben Chaplin, Penelope Cruz, Ralh Fiennes, Kristin Scott Thomas, Damian Lewis

La segunda película de Martha Fiennes como directora no convence a la crítica y habremos de esperar hasta su estreno, el 18 de mayo, para saber si convence al público español. En el 2005 esta cinta clausuró el Festival de Cannes y ha tenido que esperar, por razones que ni la propia directora conoce, hasta 2007 para poder estrenarse en salas cinematográficas. Como nota curiosa, se estrenará antes en España que en el Reino Unido.

Martha Fiennes narra al vacío existencial en la refinada y acartonada alta sociedad inglesa a través de la vida de un abogado de éxito (Damian Lewis) y su mujer (Kristin Scott Thomas), una marchante de arte. Sin embargo, todo el planteamiento narrativo es ampuloso, abusando en exceso de una planificación que se deja llevar por la grandiosidad de los ambientes y de una banda sonora excesivamente alta.

No destaca ningún actor y nuestra Penélope hace aguas en cuanto a credibilidad encarnando el papel de una prostituta de lujo venida a menos aquejada de cáncer.

Gustará a todos aquellos fans de "Pe" y "El Paciente Inglés" pues repite la pareja protagonista de ese film en este, desde una relación filial esta vez.

No gustará a aquellos que consideren que las carencias narrativas y rítmicas no se solventan a través de la música a demasiados decibelios.

TODD SOLONDZ


Todd Solonz, la ironía de la crueldad


Mucho se ha dicho de este director, nacido en 1959 en New Jersey, USA, pero ciertamente, sus películas no dejan indiferentes a nadie. O bien te enamoran o bien las odias. Este ex alumno de Yale hizo un master en cine y televisión en la New York University Film School, donde destacó con su cortometraje Schatt's Last Shot (1985). Tras este premiado corto llegó un jugoso contrato para hacer tres películas con la 20th Century Fox y otro con Columbia, que Solondz rechazó. Todo parecía prometedor, y gracias a la financiación de Polygram y la distribución de The Samuel Goldwyn Company, pudo producir su primer largometraje Fear, Anxiety and Depression, (que él hubiera preferido llamar The Young and the Hopeless) en 1989. El resultado fue un auténtico fiasco. Esta comedia, ambientada en la burbuja artística neoyorquina y protagonizada por él mismo y Stanley Tucci, fue destrozada por la crítica: lo acusaron de querer ser Woody Allen sin entender a Woody Allen.
Tras esto Solondz abandonó la “profesión” (o la profesión lo abandonó a él, como a él le gusta decir en tono jocoso), y estuvo trabajando en Nueva York enseñando inglés a extranjeros, inmigrantes rusos principalmente.
Y así pasaron 6 años, hasta que se decidió a rodar en 1995 "Welcome To The Dollhouse" (en España Bienvenidos a la casa de las muñecas y cuyo título original era Faggots and retards: "Putos y retrasados") con apenas 800 mil dólares. Siempre fiel a su visión mordaz e irónica del mundo, en esta ocasión su punto de mira era el mundo preadolescente de una chica de once años, la fea y rara del colegio (papel interpretado por Heather Matazzo). Su particular sentido del humor le valió, en esta ocasión, el Gran Premio del Festival de Sundance en 1996. Esta película consiguió, además de grandes críticas, grandes recaudaciones en taquilla.
Tras este apabullante éxito, Todd Solondz ya tenía un nuevo guión en la recámara, “Happiness”(1998), que nadie se atrevía a rodar. Finalmente October Films, una filial de Universal, aceptó el reto y le financió la película. En palabras del director: “Sólo quería distinguir entre la verdadera felicidad y eso con lo que generalmente la confundimos. No somos realmente felices porque nos compremos algo o nos acostemos con alguien. Eso, en el mejor de los casos, funciona como paliativo temporal, pero después todo vuelve a ser como era. Por eso es que Happiness aspira a mostrar esas capas en nuestras vidas que no siempre estamos dispuestos a ver. Quise mostrar esas personas que no sólo las ven sino que viven en ellas. Mostrar que puede haber personas con las que simpatizamos que pueden cometer atrocidades y sentirse felices mientras las cometen. Aunque después vuelvan a ser infelices”. Pero no fue así como lo vieron los de la October Films. En esta película también se habla de la pedofilia y fue por esta razón que Solondz se quedó sin distribuidora. Tuvo que estrenar la película en los pocos cines independientes que se atrevieron a hacerlo y tuvo que salir a dar explicaciones por un guión que escribió a partir de historias reales, tomadas de los diarios y grabadas de la TV: "No me interesa la pedofilia en sí. La película no es sobre una perversión, sino sobre personas que intentan conectarse”. Pese a todos los problemas, su polémico director volvió a conseguir un importante premio: ganó por votación unánime el Premio de la Crítica Internacional en el Festival de Cannes de 1998.
Tras esto llegó “Storytelling”(2001) donde habla de las relaciones entre estudiantes y relaciones entre padres e hijos. Dividida en dos partes bien diferenciadas, Fiction y Non fiction, presenta dos historias marcadas por su sello personal, su particular ironía, y que a primera vista no tienen nada en común. En la primera se explora el tema de la búsqueda del éxito personal en una clase de estudiantes de literatura. En la segunda se tocan temas como el sexo, la raza, la fama y la manipulación, enmarcados dentro de la historia de una típica familia media americana.

Su última película es "Palindromes" (2004) en la que nos cuenta la particular historia de Aviva, una niña que desea tener un bebé sobre todas las cosas. Con ella, nos adentramos en su particular búsqueda de cómo ser madre, mientras el personaje de Aviva lo encarnan diferentes actores, incluso un varón.

Las claves del estilo de Solondz son la ironía, el sarcasmo, la mordacidad y un particular sentido del humor que te hace echar una carcajada que se congela a medio camino cuando comprendes la gravedad moral de lo que estás viendo. Ciertamente, es notable su capacidad de mostrar la realidad de manera cruda, sin condimentos rosas tan propios de otras películas americanas. Él mismo define sus películas como “comedias, pero muy tristes y dolorosas”. Para él, reconocer nuestra crueldad nos hace humanos. Y, sin duda, sus filmes son una gran catarsis en lo que a crueldad se refiere, pues no escatima recursos para mostrar al espectador inteligente todas las trampas -crueles y dolorosas- de la sociedad en la que vivimos inmersos.
Toca todos los temas escabrosos, todos los tabúes, sórdidamente, con una violencia visual que a veces desconcierta, pero que es efectiva, al mostrar los engranajes sociales más arcaicos, que todos escondemos en el fondo de nosotros. Y nos los desmonta, para que nos preguntemos en qué clase de mundo vivimos y nos hagamos conscientes de nuestras propias limitaciones y monstruosidades.